Cosas que nunca cambian - Richard Zela

Título:        Cosas que nunca cambian
Autor (a):   Richard Zela 
Editorial:    Océano México / Historias graficas                                                            (Gracias por el ejemplar)
Páginas:      96

  Sinopsis:       Calificación:  ★★★✰ 4 / 5 )


En el Día de Muertos, los espíritus de los difuntos regresan a la Tierra a visitarnos. 

Por eso cada año Nora pone una ofrenda para sus seres queridos. 

Pero este año alguien mordió a su abuelo Sebas en el mercado y pronto se puso morado, dejó de respirar y ¿regresó a la vida? 

Y no es el único: en la Ciudad de México hay hordas de muertos vivientes recorriendo las calles. Si los muertos se están levantando de la tierra, ¡quizá sea momento de visitarlos en el cementerio!


Mi opinión: 


Desde hace tiempo me he dado cuenta de que las novelas graficas se han vuelto muy populares, en mi caso faltaba un pequeño empujoncito para adentrarme de lleno y amarlas por completo.

Ha llegado el momento de hablarles sobre “cosas que nunca cambian”, una novela grafica que la verdad me dio bastante curiosidad, ya que está ambientada en una de las fechas mas especiales para nosotros los mexicanos. ¡Así es! El día de muertos, esa bellísima tradición que ha pasado de generación en generación y que nos ha enseñado a venerar a nuestros seres queridos después de la muerte, una tradición que sin duda ha traspasado fronteras (Si no, vean Coco y lloren a mares).

Y que mejor manera para contarle al mundo sobre esta tradición que la voz de un mexicano, Richard Zela nos otorga una cómica tira de sucesos en donde Nora una jovencita alegre, sarcástica y valiente se enfrentara al apocalipsis zombi en el día de muertos junto a su abuelito Sebas.

Básicamente esa es la idea de la historia, pero, vamos por partes.

Me agrada que el autor introdujera todo el folklore del día de muertos, personalmente les aseguro que pude disfrutar de esas primeras páginas, porque representa todo lo que hacemos en México (ya saben que celebramos por todo) pero realmente ¡Si! Confirmo que desde antes de que sea 31 de octubre comenzamos a preparar las ofrendas, suenan los mariachis, compramos flores de cempasúchil, calaveritas de azúcar y todo lo que a nuestros muertos les encantaba, pero lo que mas nos ha enseñado esta fecha, incluso en estos tiempos, es a disfrutar la vida, y a vivir el valioso hoy que tenemos con nuestra familia.

Y creo que ese fue el mensaje más importante que el autor quiso dar, porque el lazo que Nora tenía con su papa es algo que trasciende el delgado hilo que existe entre la vida y la muerte. Y qué decir de su mama y su abuelito Sebas, personajes muy importantes que le aportaron algo de sabor a la historia.

Por otro lado, es muy interesante ver el giro que el autor le ha dado pues en medio de toda la celebración la gente se está convirtiendo en zombi, debido a una infección inexplicable la cual hace que la gente tenga una inmensa sed de hambre, las autoridades hacen un llamado, pero la gente nunca hace caso y continúan su vida normal (¡Aja! Donde he visto eso).

Disculpen, pero por supuesto que inmediatamente pensé en el 2020 y primer trimestre del 2021 que estamos viviendo y dije: ¡Wow! Es como si Richard Zela hubiese adivinado el futuro y la reacción de la gente en nuestro hermoso México en plena pandemia.

Volviendo a la historia me ha parecido hilarante y muy cómica, las ilustraciones valen mil y se puede notar el esfuerzo de este joven escritor, me gusto mucho y creo que la única parte que no me gusto fue el final, aunque se trate de un hermoso final feliz visto desde otra perspectiva.


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